miércoles, enero 25, 2006

Lewites: FSLN quiere desestabilizar el país


• Incitan a una huelga de transporte





Herty Lewites al brindar conferencia de prensa.


Ricardo Guerrero Nicaragua
politica@laprensa.com.ni

El candidato presidencial Herty Lewites anunció ayer en conferencia de prensa que apoya la huelga de los médicos por considerarla “justa” y legal, sin embargo, descartó el apoyo a un posible paro del sector transporte que podría empezar en los próximos días.

“Ellos (sandinistas) están tratando de promover la inestabilidad en el país incitando a una huelga del sector transporte. No podemos entrar a un nuevo gobierno con inestabilidad política, lo que se debe buscar es materializar los planes de gobierno de los candidatos”.

“Yo fui alcalde y sé cómo actúan los transportistas y el pueblo no debe tolerar que se paren los buses”, agregó.

Lewites señaló que su alianza no está de acuerdo con los despidos de los médicos, pero los llamó a no dejarse instrumentalizar políticamente.

“Si Gustavo Porras (dirigente de Fetsalud y diputado sandinista) quiere darle un matiz político, nosotros no apoyamos esa lucha”, señaló.

¿Y EL PETRÓLEO?

“Quiero preguntarle a Daniel Ortega y al alcalde Marenco (Nicho) dónde está el petróleo, dijeron que en septiembre o noviembre venía y que no íbamos a tener más huelgas y ya vamos para febrero y no ha venido ni un galón de petróleo venezolano”, indicó Lewites.

APOYO A REFERENDO Y CONTRA AMNISTÍA

La Alianza política Herty 2006 respaldará la iniciativa de convocar a un referendo.

“El Comité Político Nacional de la Alianza Herty 2006 se comprometió a rechazar cualquier iniciativa o propuesta de Ley de Amnistía e igualmente instruyó al tercer vicepresidente de la junta directiva del parlamento, Orlando Tardencilla, a oponerse a que dicha iniciativa sea presentada ante el parlamento”, indica un comunicado.

Otro de los puntos que la Alianza Herty 2006 estará impulsando en la agenda parlamentaria será el tema de la reforma a la Ley de Carrera Judicial para garantizar la despartidización efectiva del Poder Judicial y una verdadera independencia de los jueces al igual que el respaldo a la creación de un Banco de Fomento para apoyar a los pequeños y medianos productores.

Luis Carrión Cruz, representante legal de la Alianza Herty 2006, manifestó que la agenda parlamentaría aprobada ayer será la que mantendrán por todo el año.
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Lewites culpa al FSLN de azuzar paros

Asegura que es una cortina de humo porque se opone al referendo

* Recuerda que las elecciones de noviembre son de suma trascendencia para el futuro del país

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El candidato presidencial Herty Lewites visitó Paiwas el fin de semana, en el inicio de la campaña electoral en la Costa Caribe, donde se entrevistó con unos 500 simpatizantes locales.

El precandidato presidencial Herty Lewites, acusó al secretario general del Frente Sandinista (FSLN), Daniel Ortega, de pretender la paralización del país, azuzando a gremios como salud y educación, para distraer la atención del presidente Enrique Bolaños y la ciudadanía, a la propuesta de que el pueblo se pronuncie a través de un referendo, sobre la aplicación o no de las reformas constitucionales.

“Ortega no quiere esa consulta, ni quiere las reformas a la Ley de Carrera Judicial, por eso pretende paralizar el país con paros y huelgas”, dijo. Observó que el año 2006 es “bastante tenso” para el país, considerando la campaña electoral, la que considera, posiblemente, más importante que los comicios de 1990, “porque nos estamos jugando el futuro de este país, si vamos hacia delante o hacia atrás”.

Ve como una confrontación coyuntural las discrepancias entre el FSLN y PLC. “Si el próximo año sacan los 56 votos para controlar el Parlamento, vuelve el pacto, aunque si les sale el tiro por la culata, se fregaron los dos”, razonó

Liberar sector transporte

Dijo que en más de una ocasión le ha manifestado al candidato de Alianza Liberal Nicaragüense-Partido Conservador (ALN-PC), Eduardo Montealegre, que si ambos obtienen una mayoría de diputados, intenten una reforma total a la Constitución, para acabar con la repartición de cargos y reducir el Estado.

El candidato de la Alianza “Herty 2006” insistió en que defenderá la propuesta de referendo hecha por Bolaños, porque necesita estabilidad en su nuevo gobierno. “Si esas reformas entran en vigor en enero de 2007, significa llevar la inestabilidad política al nuevo gobierno, por eso el referendo es una parte de la estabilidad y el futuro de este país”, remarcó.

Se pronunció a favor de la reforma a la Ley de Carrera Judicial, porque observa “chocante” los recientes fallos judiciales. Lewites se pronunció también por acabar de una vez con la crisis del transporte, la cual parece una situación cíclica que termina en paros, heridos y vehículos quemados.

Según dijo, la respuesta es liberar ese sector. Asimismo, recordó que es el pueblo quien paga el subsidio de los empresarios del transporte, y sin embargo, los usuarios soportan maltrato de los conductores de buses y de sus ayudantes, además de tener que abordar unidades que son realmente chatarras.




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Lewites asistirá a investidura del nuevo presidente de Honduras, Manuel Zelaya

Inicio de relaciones y optimismo de triunfo electoral

El aspirante presidencial nicaragüense Herty Lewites asistirá a la ceremonia de investidura del nuevo presidente de Honduras, Manuel Zelaya, que se efectuará el próximo día 27, informaron hoy, martes, fuentes políticas.

Lewites, ex alcalde de Managua y aspirante presidencial por la Alianza "Herty 2006" que respaldan el Movimiento de Renovación Sandinista (MRS), Alternativa Cristiana y Movimiento de Rescate del Sandinismo, informó hoy en rueda de prensa sobre su viaje a Honduras.

El líder sandinista disidente informó de que tiene previsto viajar a Honduras mañana, miércoles, por la noche para estar presente en la investidura de Zelaya el viernes.

Lewites dijo que como está seguro que triunfará en las elecciones presidenciales y legislativas del 5 de noviembre próximo, desde ahora quiere mantener las mejores relaciones con los mandatarios de la región.


El Nuevo Diario - Managua, Nicaragua - Lewites asistirá a investidura de Zelaya

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Dora María Téllez: “Daniel no representa a la izquierda latinoamericana”

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Dora María Téllez, presidenta del MRS.


Eduardo Marenco
política@laprensa.com.ni


La ex guerrillera y presidenta del Movimiento de Renovación Sandinista (MRS), Dora María Téllez, piensa que la nueva ola de gobiernos de izquierda en América Latina afecta el posicionamiento electoral de Daniel Ortega, secretario general del FSLN, en lugar de beneficiarlo.

¿Qué impacto pueden tener las victorias de la izquierda en el escenario electoral de Nicaragua?

Indudablemente hay en América Latina una fuerte corriente entre los pueblos que están tratando de buscar otras opciones distintas a la del neoliberalismo que se propuso desde los noventa y ha resultado un fracaso en materia de eliminación de la pobreza. El neoliberalismo lo que ha producido son más pobres en América Latina. Y yo creo que la mayor parte de los pueblos latinoamericanos han estado dando un viraje, tomando una opción distinta que pueda privilegiar a la ciudadanía y no necesariamente los intereses de las grandes empresas. Yo creo que eso también se va a producir en Nicaragua y esa es la razón por la cual te encontrás que Herty y la alianza que encabezamos despierta tantas adhesiones, porque representa esa opción diferente al neoliberalismo rampante que ha estado gobernando todos estos años.

¿Esta izquierda que triunfa en América Latina es homogénea o le encuentra matices?

Es distinta.

¿Entre un Chávez y Michelle Bachelet, por ejemplo, qué diferencias encuentra?

Hay unas grandes diferencias. Chávez proviene de la escuela militar, no proviene de un partido de izquierda de larga tradición como es el Partido Socialista chileno que es una institución antigua en Chile que tuvo más bien enfrentamientos con los militares. Chávez es una figura militar que emerge, primero con aquel intento de golpe contra Carlos Andrés (Pérez), y luego en unas elecciones en las que masivamente gana la justa electoral en Venezuela. Y Chávez se ha posicionado más bien como un líder populista y como un caudillo. Michelle Bachelet es una militante de un partido, una institución que no tiene caudillismo y fue víctima del régimen militar como la mayor parte de los chilenos y además su propio padre fue asesinado.

¿Con cuál de estos movimientos de izquierda que han triunfado se identifica más en el MRS?

Nosotros no nos colocamos en procesos de identificación, cada proceso es particular en cada país. Es decir, Evo Morales se corresponde a la realidad de una Bolivia donde lo que ha habido es un apartheid de quinientos años en contra de los indios bolivianos. Evo Morales tiene una condición como la de Nelson Mandela en Sudáfrica en el momento que se rompe el apartheid, que es una posición muy difícil porque tiene que recuperar el lugar que le corresponde a la mayoría boliviana y además unificar Bolivia. Es diferente el caso de Tabaré (Vásquez) en Uruguay, que viene de la construcción de un gran Frente Amplio que logra juntar la izquierda y el centro izquierda uruguayo durante un proceso muy largo, incluyendo a las organizaciones que habían tenido tradición guerrillera y logra hacer un planteamiento en lucha abierta contra la corrupción, profundamente democrática y muy apegada a la defensa de los más pobres. Es otra vertiente distinta en lo que es la izquierda.

¿La vieja escuela de Fidel Castro qué les representa a ustedes?

Fidel representa a la izquierda de los años sesenta y cincuenta. Una izquierda que tiene su origen en una escuela guerrillera y el triunfo de la revolución se produce por la vía armada. Esa es otra circunstancia y naturaleza. Y Cuba mismo ha sufrido una situación de aislamiento de Estados Unidos y de bloqueo, que ha influido mucho en lo que ha pasado en la isla, la gran pregunta es qué hubiera pasado en Cuba sin la confrontación con Estados Unidos... Esa situación no es comparable con lo que pasa en la izquierda latinoamericana, que es una izquierda de principios del siglo XXI, que llega al poder por la vía electoral, que juega con las leyes del mercado, dentro de la economía de mercado, para realizar cambios sociales profundos.

¿Estos gobiernos de izquierda dan ventaja electoral a Daniel Ortega?

Todo lo contrario. Lo que ha estado pasando en la izquierda latinoamericana afecta al posicionamiento de Daniel Ortega porque Daniel no representa a la izquierda latinoamericana, Daniel representa a un fenómeno particular dentro del FSLN, de caudillismo, ajeno a la institucionalidad de su propio partido. Nosotros estamos hablando que la izquierda latinoamericana es una evolución institucional y del movimiento social muy fuerte. Daniel está básicamente desvinculado de las demandas del movimiento social y ha convertido al Frente en una institución básicamente prebendaria y ha contribuido a que se desarrolle toda esta cadena de corrupción en instituciones del Estado y por eso ha tenido un gran repudio dentro del propio sandinismo. Es decir, el fenómeno de Daniel es un fenómeno de un caudillo que decrece en su popularidad y en su fuerza en la base social, indudablemente cuenta con algún respaldo importante, pero de ahí a que eso lo coloque para ganar elecciones, yo creo que es completamente improbable.
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domingo, enero 15, 2006

Excelentes perspectivas electorales en la Costa Caribe Norte


Expectativas de los candidatos Lewites y Montealegre: Van por el control de Gobierno Regional.

* Herty asegura que los concejales electos por su alianza y los de ALN-PC harán alianza en la Costa Caribe Norte.

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Las Alianzas «Herty 2006» y «Vamos con Eduardo» van a ganar las elecciones de la Costa Caribe Norte el cinco de marzo de este año, para que juntos tengamos el control del Concejo Municipal, y podamos elegir un buen gobernador”, aseguró ayer Herty Lewites.

El candidato presidencial denunció que durante su reciente visita al municipio de Siuna, activistas del Frente Sandinista (FSLN) en esa zona ordenaron la destrucción de la propaganda de la alianza que lidera, para tratar de intimidar a sus simpatizantes, lo que asegura no lograron.

Asegura que constató que el secretario general del FSLN, Daniel Ortega, ha perdido fuerzas en lugares como Bonanza y El hormiguero, en Siuna, que hasta hace poco eran considerados bastiones del orteguismo.

Lewites anunció que a inicios de febrero hará otro recorrido por zonas marginadas en Waspán y Río Coco. Adelantó que los concejales que resulten electos por la Alianza “Herty 2006” suscribirán un compromiso para cumplir a los ciudadanos sus principales demandas como energía eléctrica, agua potable, y sobre todo, caminos y carreteras.

“Como voy a ser el presidente de Nicaragua, también voy a suscribir ese compromiso, porque es lo que pide la gente, quieren financiamiento para dedicarse al cultivo, tecnificado el arroz, y tienen planes para el desarrollo ganadero”, comentó

Iniciará campaña del Caribe

Destacó que en el “Triángulo Minero” (Bonanza-Siuna-Rosita) el tendido para la defensa del voto es todo un éxito, porque en Bonanza “la red de defensa del voto está al ciento por ciento, mientras en Siuna y Rosita se trabaja con celeridad. En ambas zonas tenemos ese tendido en un 90%”, aseguró.

Lewites dijo que la prioridad de su futuro gobierno para las comunidades de la Costa Caribe Norte será la construcción de la carretera Río Blanco-Bilwi, porque de no hacerse esa red vial “la Costa Caribe Norte está perdida”, advirtió.

Adelantó que a principios de 2007, una vez que sea investido presidente, hablará con Unión Fenosa, porque considera que esa empresa tiene la obligación de llevar la energía eléctrica a todas las comunidades rurales del país.

Informó que el 26 de enero empezará una gira por la Costa Caribe Sur, para cerrar la campaña electoral en varias comunidades de esa zona. Dijo que en el transcurso de esta semana, como parte de su campaña para ganar adeptos, distribuirá unos diez mil juguetes, compromiso que había adquirido con antelación. Añadió que también llevará alegría a los niños del Caribe Norte.


El Nuevo Diario - Managua, Nicaragua - Van por el control de Gobierno Regional

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sábado, enero 14, 2006

Ya están conformados los «Comités de Campaña» en todos los municipios de Estelí




Asegura hermana del poeta revolucionario:
“Si Leonel Rugama existiera, apoyando a Herty estuviera”

* Advirtió que de ser presionada por el FSLN, les repetirá la frase que su hermano dijo a la Guardia: “Que se rinda tu madre”.

* No dejamos de ser sandinistas, “lo que ya no somos es danielistas”, aclaran.

Los directivos departamentales de la Alianza «Herty 2006» en Estelí, anunciaron la inauguración de su sede en este departamento, en homenaje a Leonel Rugama.


Estelí. (Máximo Rugama /END).

La Alianza «Herty 2006» rompió los fuegos electorales en Estelí, con el anuncio de que ya tienen conformados los “Comités de Campaña”, en cada territorio urbano y rural de los seis municipios de este departamento.

Ángela Rugama, hermana del poeta Leonel Rugama, famoso por su grito a la Guardia Nacional: “Que se rinda tu madre”, poco antes de ser acribillado en los años 70, aseguró: “Si Leonel Rugama existiera, apoyando a Herty estuviera”.

Precisamente en el aniversario de la caída en combate del poeta revolucionario, mañana domingo, será inaugurada oficialmente, en esta ciudad, la sede de la Alianza “Herty 2006”. Ángela Rugama, coordinadora del Comité Municipal de Campaña de la Alianza Electoral “Herty 2006”, dijo no temer a “la aplanadora del danielismo” y advirtió que si llegan con chantajes y presiones, les repetirá la frase que su hermano dijo a la Guardia: “Que se rinda tu madre”.

Sergio Rugama, Vladimir Alonso y Ángela Rugama, entre otros, señalaron en conferencia de prensa, que, durante las fiestas de navidad y fin de año, conformaron las distintas estructuras en este departamento, de manera que no quede un lugar en Estelí sin la presencia de esa alianza. Dijeron que transportistas, empresarios, productores y demás sectores sociales se han sumado a esa opción política.

En la conferencia, fue notorio que además de las banderas de los partidos miembros de la Alianza, ondeaba la del Frente Sandinista (FSLN). Ángela Rugama argumentó que la bandera rojinegra es patrimonio del pueblo y no de un reducido grupo que tiene secuestrado al partido y sus símbolos.

“No quiere decir que dejamos de ser sandinistas, lo que ya no somos es danielistas”, observaron. Destacaron que ciudadanos de origen liberal, socialcristianos y otras ideologías, se han desencantado de sus partidos y buscan una alternativa en la Alianza “Herty 2006”, cansados de “dedazos” y caudillismos.

Sergio Rugama, quien fue nombrado coordinador de la campaña de la alianza a nivel departamental, recordó que en 2004 dirigió la campaña electoral, la cual llevó a la comuna al alcalde del FSLN en Ocotal, Marciano Berríos; pero ante su desencanto con ese partido, decidió separarse del mismo.

Ronald Canales está encargado de la defensa del voto; Bosco Miranda, en organización del voluntariado y Leo Valdivia atiende la secretaría del campo. Anunciaron además, la conformación del Movimiento “Amigos de Herty”, encabezado por Álvaro Delgado, quien atiende la organización sectorial, y Emma Lastenia Amador, jefa de la Secretaría de Prensa y Divulgación local.


“Si Leonel Rugama existiera, apoyando a Herty estuviera”. El Nuevo Diario - Managua, Nicaragua.

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Víctor Tirado López augura la victoria electoral de Herty Lewites


(Fragmento de la entrevista concedida a Luis Hernández Bustamante).

"Ex guerrillero de experiencia, el comandante Víctor Tirado López, que en los años ochenta integró la Dirección Nacional del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), es del criterio que en la actualidad este partido perdió el norte y requiere de profundas reformas. Por esa razón está apoyando la candidatura presidencial de Herty Lewites, ex Alcalde de Managua, quien, según Tirado López, “tuvo la osadía de desafiar a la cúpula del Frente Sandinista y eso le dio una inmensa popularidad ante las bases de un partido que se siente secuestrado por una dirigencia inmovilista”.

Tirado tuvo una dilatada trayectoria al lado de Daniel Ortega, tanto en la primera etapa de la guerrilla sandinista como en la década del setenta, cuando formó parte del directorio de la facción insurreccional del FSLN, la que fue conocida como “Terceristas”.

Después de ocupar altos cargos en el gobierno revolucionario, Tirado, tras la derrota del FSLN en 1990 fue una de las primeras voces que surgieron a favor de una revisión de la estrategia del partido sandinista y también se proclamó por una renovación de los cuadros históricos.

¿Por qué fue necesario el desafío de Herty?

Ahora se está tratando de democratizar al Frente desde afuera porque ya se ha tratado de democratizarlo desde adentro. Una de las acciones que se exigía era ir a las elecciones primarias para elegir al candidato a la Presidencia de la República. La otra era democratizar las estructuras internas para cambiar la forma de elegir a los nuevos dirigentes. No se pretendía restarle autoridad a la dirigencia anterior, todos aquéllos que hicieron posible la revolución de 1963-1990 bien pueden servir como maestros de las nuevas generaciones.

Pero nada de eso sucedió, por el contrario, a Herty lo expulsaron del FSLN, con la popularidad que tiene, con los votos que recoge, con la aceptación que registra en amplios sectores de la sociedad.

Todo esto me hizo apoyar la candidatura de Herty porque creo que desde afuera se puede ayudar a ir democratizando al Frente. Algún día éste se tendrá que democratizar, pero mientras tanto no nos podemos quedar en expectativa, dejando pasar el proceso electoral y continuar sufriendo derrotas tras derrotas.

Por eso estamos apoyando a Herty, ya se han ido sumando varias personalidades y organismos políticos, esta candidatura adquiere mayor fuerza y está tomando cuerpo. Algunos sectores de procedencia sandinista, como Joaquín Cuadra y Dora María Téllez, también consideran que la popularidad de Herty puede impulsar un cambio; además, su candidatura es capaz de atraer nuevas organizaciones políticas.

Y es que veo un clima de cambios importantes. Me alegra mucho que varios jóvenes estén participando en las marchas contra el pacto; ellos no vivieron la revolución del 79, son los que están haciendo su propia lucha para destruir el sistema político actual y están preparándose para las elecciones y están preparando el campo para las nuevas corrientes políticas que vienen.

A menudo se critican la costumbre nacional de agruparse alrededor de las personas y no de las ideas y propuestas. ¿En qué consiste el proyecto político de Herty Lewites?

El plan de gobierno de Herty va a impulsar los cambios económicos y sociales del país. Incluye una reforma al Estado, porque éste no puede funcionar con la hegemonía de dos partidos. Nicaragua ya no puede caminar a la sombra de un pacto, ni de la voluntad de dos personas.

No podemos democratizar el país con los mismos políticos que ya son rehenes del poder y no pueden promover los cambios porque son partícipes del sistema político que se originó del noventa para acá. Tienen que venir personas nuevas para eliminar toda esa herencia de cultura política pactista, corrupta y antipopular. Un partido político que no es democrático no puede democratizar al país. Sus patrones internos son la señal de su conductas externas".

«Victor Tirado López augura la victoria electoral de Herty Lewites». Entrevista concedida a Luis Hernández Bustamente y publicada en la Revista 7 días On line, Edición 475, del 29 de agosto al 04 de septiembre del 2005.

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Luis Carrión: contra el Pacto, por la democracia y el progreso del pueblo, por el rescate del sandinismo



1) "¿Qué sintió al ver la foto de Daniel Ortega firmando el pacto con Arnoldo Alemán?

Me sentí igual que muchísima gente: en el mejor de los casos, confundido, y en el peor de los casos, traicionado. Es difícil entender cómo alguien puede hacer ese pacto con alguien que está preso por corrupción, y además tomarse esa foto para restregársela a todo el mundo. A algunos esa foto los ha confundido y a otros les ha provocado un rechazo total.




¿Cuál cree que sea el final del pacto Ortega-Alemán?

No podría decirlo, no sé cuál es su lógica. También he aprendido que hacer profecías en Nicaragua es un oficio muy arriesgado. En todo caso, creo que los ciudadanos debemos evitar que estos pactos se consoliden.

En su opinión, ¿por qué se disolvió la Dirección Nacional de los 80?

Creo que la Dirección perteneció a un momento histórico. Cumplió un papel fundamental en los años 80, pero perdió su sentido en los 90.

Ahora los dirigentes del Frente están entronizados en puestos y creen que su posición es un derecho de propiedad y no un servicio a la causa de su partido o del país. Ese anacronismo pertenece a un pensamiento antidemocrático. Estoy convencido de que es responsabilidad de todos los partidos, no sólo del Frente Sandinista, el promover el surgimiento de los nuevos dirigentes. La diversificación de liderazgo fortalece la democracia en el país y a los propios partidos.

Creo que el intento de aplastar los liderazgos emergentes, que está ocurriendo tanto en el Partido Liberal Constitucionalista como en el FSLN, es contrario a los intereses que representan esos partidos".

Luis Carrión. «Aplastar los liderazgos emergentes es un anacronismo». Revista 7 días On line. Edición 455, del 07 al 14 de febrero del 2005.


2) "Aquí hay un problema político que afecta no sólo al Frente Sandinista sino que afecta a Nicaragua. Nuestro objetivo es, por una parte impedir la consolidación de un modelo de control total de las instituciones a través del pacto entre Ortega y Alemán, y crear espacios democráticos como una condición indispensable para poder hacerle frente a los grandes problemas que enfrenta el país; la pobreza, la ignorancia creciente. En este contexto y esta situación de control abusivo de las instituciones por parte de los pactistas, no es posible hacerle frente a los grades problemas nacionales y, por otra parte, poder rescatar las esencias del sandinismo".

Luis Carrión Cruz. «No todos los que van a la Plaza son danielistas». La Prensa, 19 de julio de 2005.

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Recuperar la patria, el sandinismo y la confianza del pueblo




"Ya es hora de que con nuestro movimiento constituido legítimamente, y sin pena ni remordimientos, todos sus miembros empiecen a echarlo hacia delante para recuperar la patria, el sandinismo y la confianza del pueblo, en una fuerza política que tuvo los méritos de enfrentar a una dictadura y puede enfrentar futuro retos que la historia les impongan".

Henry Ruiz. "Recuperar sandinismo y confianza del pueblo". El Nuevo Diario, lunes 23 de mayo de 2005.

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Articular lo diverso para cambiar la realidad



«Creo en la unidad, y no sólo, creo en la unidad de las fuerzas progresistas. Sin querer ser sectaria, sigo sosteniendo que donde vas a encontrar más reservas de transformación, es en aquella gente que alguna vez se decidió a arriesgar algo y a hacer algo por construir una Nicaragua distinta. Por eso creo que la base histórica de eso que llamamos sandinismo, que no es sólo los que están en el Frente como partido, ni siquiera quienes se reivindican como sandinista –son muchos que ya ni siquiera se reivindican como tales–, esa base histórica del sandinismo es el potencial, es la masa sobre la que tiene que trabajar el panadero, para decirlo en sentido figurado.

Cuando hablamos ahora de unidad no la debemos de concebir con la lógica que quisimos hacer siempre las cosas. Debemos desconstruir esa lógica. Siempre pensamos que unidad era casi como unanimidad, o girar alrededor de un solo planteamiento, o girar alrededor de una sola estructura, o girar alrededor de una sola tarea. Como cuando te decían: esta es la tarea y todos vamos a esa tarea. Creo que en los tiempos actuales hay que reivindicar la unidad como articulación de lo diverso, de los distintos esfuerzos que se realizan con distintos énfasis.


Debemos de salirnos de la dinámica que nos ponen estos partidos y estos políticos, que nos quieren hacer girar alrededor de ellos. Y nosotros, los sandinistas, ya nos deberíamos como olvidar de continuar..., de estar discutiendo "que si Daniel Ortega˝, "que si esto o lo otro de los dirigentes". Lo que tenemos que hacer es construir nosotros, y no estoy hablando de hacer partidos políticos o fuerzas que vayan a disputar ese poder que después para nada sirve –como estar ahí en el Parlamento para sólo bendecir lo que te viene de los organismos financieros internacionales– sino más bien de construir desde abajo una dinámica de articulación, de resistencia popular frente a los planteamientos neoliberales; no sólo denunciar, sino actuar y de resistir. Creo que eso es lo que a nosotros nos toca hacer ahora.

En eso tenemos muchas cosas que aprender. Así como Latinoamérica y el mundo, en los años 80 tenían a Nicaragua como el centro que les iluminaba y les indicaba muchas cosas, nosotros ahora tenemos que tener la humildad de ver que hay otros pueblos que están dando en el blanco y que están construyendo cosas que nos pueden ahora indicar a nosotros qué es lo que nos toca hacer. Y eso que nos toca hacer, empieza por cómo romper aquellos lazos de encantamiento, como de brujería, que nos mantienen atados a los partidos, pensando que si no es por el partido, o si no es andar pegando gritos en los procesos electorales, no hay otras cosa que hacer. Creo que hay muchas cosas que hacer entre nosotros.

Por ejemplo, en cuanto a medios de comunicación, ahora que estuve en Brasil pude constatar la eficacia de los medios radiales. El medio radial es el medio de la transformación porque es mucho más accesible a los movimientos populares. Podés hacer radios locales comunitarias, por ejemplo, que incluso se pueden encadenar. Y ese tipo de medios ha demostrado su eficacia no sólo en Brasil, sino en Bolivia, en Perú, en Ecuador, en Guatemala. Ideas como ésta –formar radios comunitarias–, aunque parezcan utópicas, pueden ser construidas por colectivos y le darían mucha mayor fuerza y articulación para hacer cosas transformadoras y ser parte de esa corriente de transformación que se viene levantando a nivel mundial.

Otro ejemplo: en Argentina existe la Universidad Madres Plaza de Mayo, que tiene una cátedra de Ernesto Che Guevara, y en esa cátedra, que es una cátedra popular, los materiales son mimeografiados, supersencillos, a como los hacíamos en los años 70. O sea, hay un rescate de que lo popular también no tiene que ser hecho en los mejores materiales, o en los formatos más caros, y de esa forma, difunden el pensamiento revolucionario entre la gente.

En el caso de Bolivia, uno de los signos distintivos de esta jornada que echó por la borda al gobierno que pretendía privatizar el gas sin ningún tipo de consulta ciudadana, estuvo dado por la vasta participación ciudadana. Paradójicamente, el expresidente Gonzalo Sánchez de Losada, en su primer período de gobierno (1992-1997), fue quien hizo la ley de participación ciudadana, y él después desconoció completamente lo que había hecho 10 años atrás. Entonces, ¿qué distinguió este movimiento de los bolivianos? Te lo dicen ellos con toda claridad: habían tres o cuatro organizaciones de indígenas fortísimas que se articularon. O sea, siempre han trabajado con distintos énfasis, con distintas opciones políticas, pero decidieron juntarse y hacer este inmenso movimiento de oposición a la privatización del gas, este recurso importante para Bolivia, y lograron evitarlo, por lo menos lo han logrado hasta hoy.

A mí me ha encantado ver los últimos meses, la retoma de parte del movimiento feminista de una acción más política, porque se había reducido mucho al proyecto, a las acciones muy vinculadas al tema específicamente proyectista, le decíamos nosotros, y es una parte de la reflexión del mismo movimiento feminista. Y ahora lo veo ese movimiento más tirado a las calles y a la demanda política. Entonces, tenés a mujeres, tenés los movimientos de ecologistas, tenés los esfuerzos que se hacen alrededor de los jóvenes, alrededor de la niñez, el enfrentamiento de la violencia intrafamiliar, el tema de cómo se va a actuar socialmente para incidir en la violencia juvenil. O muchos de nosotros metidos en la democracia local, en la participación ciudadana. Entonces, vos ves ahora un montón de gente actuando, buscando, cómo dar respuesta.

¿Cómo articular eso? Creo que es el compromiso de construir. Hay que dibujar la Nicaragua que queremos, hay que dibujarla entre todos y hay que comprometernos desde distintos ángulos en esa construcción y eso no significa uniformar a todos en el mismo tipo de conducta, en la misma actuación y ni siquiera en los mismos énfasis. Por ejemplo, hay gente que no quiere saber nada de partidos políticos ni de procesos electorales, pero otros sí están interesados en hacer esfuerzos a partir de los partidos políticos. Creo que la única manera de construir alternativas es con una recuperación del respeto por los énfasis que estos distintos instrumentos de acción ciudadana hacen y buscar cómo ir tejiendo eso.

Hace poco leí un artículo de una investigadora que demuestra que el nivel de dominio del pensamiento neoliberal y del pensamiento que domina ahora el mundo, ha sido construido desde hace 50 años. Que hace 50 años en algunos círculos de poder mundial, tomaron la determinación de construir un pensamiento de este tipo, como el que está dominando en el mundo. Una lógica que hace que mucha gente crea que no hay posibilidades de hacer las cosas de otra manera. Es una gran cantidad de ciudadanos totalmente dominados por esta lógica, domesticados, metidos en una dinámica individualista o que creen que a través de la búsqueda personal o individual de soluciones van a resolver los problemas. Y que no han terminado de comprender que solamente con el esfuerzo de articulación de los intereses, a través de mecanismos organizativos y de formas de articulación nuevas, tal vez no como las que conocimos hace 10,15 ó 20 años, sino nuevas que están naciendo en el mundo.

Esta escritora decía que contrario a la construcción de este pensamiento que se hace a través de la educación formal y también a través de los medios de comunicación, de las telenovelas, del florecimiento de un tipo de religiosidad, todo ese pensamiento no puede ser desconstruido por generación espontánea, sino con acción generadora de conciencia, que es la que se supone deberían hacer las organizaciones revolucionarias.

Sí, creo que en el mundo hay esperanza, y que en Nicaragua hay esperanza. Lo creo profundamente. En nuestro caso, creo que esta esperanza tiene muchísimo más fundamento porque aquí hay una base popular, amplia, que tuvo oportunidades de tener acceso al pensamiento progresista, al pensamiento transformador. Vivió lo que es una lucha transformadora y eso es un potencial que está ahí, ahora quizás aplastado por una cierta lógica y yo diría que aplastado por ciertos liderazgos o por cierta subordinación, pero que yo creo que es posible iniciar un nuevo camino con un trabajo sostenido sobre la conciencia, con la creación de conciencia crítica, que tiene que ver con estudio, formación, con la generación de nuevos mecanismos de debate, de discusión en la base, y a la vez, está vinculado con la práctica, con actividades de movilización, por ejemplo, que son resultado de esfuerzos autónomos. En marchas como la que hicimos a principios de diciembre en contra del TLC de Centro América con Estados Unidos, no había estructuras partidarias ni nada, sino sindicatos, muchos de ellos muy cercanos al Frente Sandinista, pero que en este caso actúan con cierta autonomía. También está surgiendo un movimiento social, aún pequeñito, trabajando como hormiguitas, tejiendo, reivindicando las banderas históricas y la histórica defensa de los intereses populares.

Entonces, creo que ese tipo de cosas es la que hay que hacer. Ir trabajando con agenda, aunque algunos creemos que también debe haber una profunda reflexión y recuperación de la ideología, del estudio de la filosofía, del estudio de la historia, del estudio de las experiencias de otros movimientos populares y de experiencias populares en América Latina. Es decir, hay que recuperar también el estudio, un poco la disciplina, el espíritu militante, pero no militante de partido o que van a trabajar por un caudillo, sino el espíritu de ser militante de la causa de la transformación de Nicaragua y el mundo».


Fragmento de la entrevista con Mónica Baltodano, en Radio La Primerísima, el 17 de diciembre de 2003.

ArticularLoDiverso




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Camino largo, pasos cortos


Modesto, el Comandante sandinista, analiza la situación de Nicaragua.

El pasado 4 de diciembre (2003), el Comandante de la Revolución Henry Ruiz Hernández compareció, por primera vez en sus 60 años, en un programa de la televisión nicaragüense. Modesto fue entrevistado por Martín Madriz y analizó la actual crisis política y social del país. Esta es una síntesis de dicha entrevista, en la que respondió a las siguientes preguntas:

– Tras el fin de la Revolución, han pasado 13 años. En el contexto internacional, ¿cómo caracteriza la situación del país ahora?

– Comandante Ruiz, pero las masas en este país se adormecieron. Nos dicen «hay que vender la luz eléctrica porque la democracia lo exige, hay que vender los teléfonos, hay que vender esto, hay que vender lo otro». Ahora nos dicen que «hay que vender el agua» y, al final, hasta a las muchachas las compran y se las llevan. ¿Qué pasa con las masas?

– Usted señalaba que las masas tienen iniciativas propias, sienten en carne propia, pero no confían a veces en sus líderes o en sus dirigentes. ¿A qué se debe ese fenómeno?

– En otros países, como Costa Rica, cuando dicen: “vamos a privatizar la luz, el teléfono”, se arman unas protestas que al final hacen ceder al gobierno. Después de tantos años, aquí no ha habido alguien capaz de decir “vamos a protestar porque no se privatice la luz, vamos a protestar para que no se vendan los bienes del Estado...”.

– Usted fue Ministro de Planificación y la derecha acusa al gobierno sandinista de ser el responsable de la enorme deuda externa del país, que en algún momento sumó más de 10 mil millones de dólares...Pregunta: Según muchos economistas, desde hace 3 ó 4 años atrás venimos recibiendo el beneficio de no pagar la HIPC, y esa plata se destina supuestamente a combatir la pobreza; pero resulta que esa plata no llega a quienes la necesitan. Nos dicen que combatir la pobreza no solamente es ir y dar trabajo a la gente que lo necesita y que tenga su sustento, sino también significa que se debe mantener las reservas en el Banco Central. Pero, a la gente ¿qué le interesan las reservas del Banco Central?

– Una de las últimas amenazas de Estados Unidos es que, si no se cumple con sus órdenes, Nicaragua queda fuera del Tratado de Libre Comercio de Centro América con ese país. ¿Cuál es su opinión sobre el TLC?


ModestoCaminolargo


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La candidatura de Daniel y el desafío de la Izquierda en Nicaragua





"Pensemos, ¿realmente sobrevendría el colapso del FSLN sin la candidatura de Daniel Ortega? Por otro lado, el entusiasmo concitado por la candidatura de Herty Lewites (hasta hace poco Alcalde sandinista de Managua), ¿representa una “diabólica” amenaza para el partido? En las bases sandinistas hay gran inquietud y los adversarios del Frente están a la expectativa. Pero, ¿cuáles son realmente los desafíos del presente para el FSLN?".

En febrero del año pasado, me ocupé de reflexionar sobre los asuntos que plantean estas preguntas, que ahora, más que antes, son de actualidad, a la vista de la evolución de los acontecimiento.

La candidatura de Daniel y el desafío de la Izquierda en Nicaragua

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lunes, enero 09, 2006

Victor Tinoco analiza la crisis de Nicaragua como consecuencia del Pacto de Daniel Ortega con Arnoldo Alemán




He encontrado en Kamaradk (un blog de Brigadistas y Cooperantes en Nicaragua, administrado por Matxete) un interesante análisis de Víctor Tinoco de la crisis política y social de Nicaragua, como consecuencia del pacto entre Daniel Ortega (FSLN) y Arnoldo Alemán (PLC), publicado originalmente por la Revista Envío en julio de 2005.

Aunque el análisis se ocupa de la coyuntura por la que atravesó el país a mediados del año pasado, Tinoco se preocupa también por sus antecedentes («Esta crisis empezó hace siete años en el FSLN con un pacto contra la democracia y sin ética») y por sus posibles salidas a medio plazo. Transcurridos seis meses desde aquel análisis, ahora se puede comprobar el cierre o la apertura de sus previsiones.

En Kamaradak se puede leer también un par de artículos que resultan interesantes, pues ofrecen una imagen de lo que fuimos y de la transformación que han sufrido algunos sandinistas (pero también de lo que pudimos ser o de lo que podemos ser, siendo fieles a los principios políticos y éticos con los que se constituyó nuestro movimiento histórico a lo largo de tantas luchas):






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sábado, enero 07, 2006

Porqué nos sumamos al Movimiento de Rescate del Sandinismo


Mónica Baltodano
Izquierda Democrática FSLN

Un poco de historia reciente


Nuestro Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el de Carlos Fonseca, el que conocimos primero por la pintas misteriosas que aparecían en las paredes de las casas en los inicios de los años 60; ese Frente Sandinista de los valores, de la mística, que nos convenció, que nos animó al combate y al desafío incluso de la muerte; el Frente Sandinista de la esperanza, luce ahora convertido en un partido político más, bajo el usufructo de un grupo económica y políticamente dominante en las estructuras del partido y cuyo propósito fundamental es la disputa de espacios de poder.


Esta transmutación no se produjo de la noche a la mañana. Ha sido un proceso largo y continuo que transcurrió no sin resistencias. Porque hay una militancia de base consciente que aún se resiste a la pretensión de anular su rol histórico como fuerza de transformación y como fuerza comprometida con los excluidos.

En la lucha por seguir manteniendo la vocación primigenia de esta fuerza política, nos hemos involucrado muchos, tratando de agruparnos como pequeños grupos con distintos nombres, como movimientos, como corrientes orgánicas, como corrientes de opinión al interior del Frente Sandinista.

La formación más persistente en este empeño ha sido la Izquierda Democrática (ID) –cuyo germen fue el "Grupo de los 29", surgido en octubre de 1993 para reclamar el fin de la política de "cogobierno"–. Luego la ID se convirtió en corriente que disputó la conducción del FSLN en el Congreso del 94, donde se discutieron nuevos estatutos, y se eligió una nueva conducción partidaria. Luchamos convencidos de que había fuerzas interesadas en "moderar" al FSLN para convertirlo en una fuerza de centro, cuestión que no compartíamos. Pero unido a este justo propósito, la Izquierda Democrática fue entonces también la fuerza principal en la que se apoyó Daniel Ortega. Hemos de reconocer que ello permitió que su liderazgo –entonces muy debilitado a lo interno– recuperara fuerzas para afianzarse y establecerse como lo que ahora es: el mando autocrático de una buena parte del sandinismo.

A partir del congreso del 94, y en un contexto de desmontaje de la revolución y de la imposición de "paquetes" neoliberales, la Izquierda Democrática insistió en seguir manteniendo el carácter popular, ideológicamente identificado con las propuestas revolucionarias, apostando a la construcción de una correlación social de cambio en base al desarrollo de la conciencia crítica del pueblo, en base a procesos de formación, de resistencia y sobre todo de lucha popular contra el neoliberalismo galopante y contra la claudicación ideológica, tan de moda en esos años.

Desde la conducción del FSLN entonces, también empujamos cambios internos. Estábamos convencidos que la naturaleza revolucionaria no estaba reñida con la democracia interna. Aspirábamos a superar la organización de nuestro partido, heredada de los años de guerra. Nuestras fuerzas empujaron entonces las elecciones de autoridades internas por medio de procesos democráticos de masiva participación; propiciamos el desarrollo de alianzas con fuerzas como la coalición de mujeres que permitía buscar una nueva relación con los movimientos autónomos, impulsamos la participación de mujeres a través de la "trenza" y los procesos de consulta de candidaturas que llevaron a verdaderas primarias con más de 400 mil participantes en el 96.

Esta visión transformadora nos condujo a plantear una nueva candidatura a la Presidencia de la República. Pocos conocen que en 1995 desde nuestra corriente logramos persuadir al pleno de la Dirección Nacional, y a los principales órganos del FSLN sobre lo inconveniente de repetir una candidatura de Daniel. Llegamos incluso a sensibilizar temporalmente al mismo Secretario General de este punto de vista. Y así, por unanimidad, tomamos la decisión de que fuese Mariano Fiallos el candidato presidencial. Sin embargo, una combinación de maniobras de parte de Daniel y sus más allegados, más ciertas vacilaciones de Mariano, permitieron que esta voluntad fuese abortada, y finalmente concurrimos a las elecciones del 96 con el mismo candidato.

De la tensión y luchas constantes sostenidas al interior de la Dirección Nacional resultó la paulatina convicción del Secretario General de que nuestras fuerzas no le eran incondicionales como era su deseo. En realidad, nosotros abogamos por los principios, por los valores, por una visión de Nicaragua y del Frente Sandinista. Nuestra corriente no tenía como propósito fortalecer una figura o gravitar alrededor de una persona.

Así llegamos al Congreso del año 98. Ya para entonces era evidente que el Secretario General había dejado de considerar a una buena parte de la Izquierda Democrática como una fuerza de su confianza. Los giros más importantes se percibieron internamente a finales de 1997, cuando una propuesta de reorganización del partido, cuidadosamente trabajada por una comisión interna, fue totalmente neutralizada por fuerzas conservadoras internas, con el aval del secretario general. Los argumentos más importantes giraron alrededor de que esa propuesta escondía el propósito de debilitar la fuerza de Daniel.

Pero, otra señal significativa se observó en la excesiva apertura que por iniciativa de Daniel se fue dando al desarrollo de una nueva corriente, denominada "Bloque de Empresarios sandinistas", una de cuyas figuras era Herty Lewites. Para el Congreso del 98 Daniel brindó todo su apoyo a ese grupo, para incrementar sus correspondientes cuotas de poder interno. Ya había ocurrido la denuncia y acusación de Zoila América que estremecieron al sandinismo, y se habían producido las maniobras internas (al clásico estilo estalinista) de señalar a miembros importantes de nuestra corriente como los responsables de lo que en ese momento llamaron "calumnias y maniobras imperialistas" para debilitar el liderazgo de Daniel. Al responsabilizarnos injustamente de las mismas pretendían descalificarnos como corriente.

Todo ello nos llevó a la convicción, entonces, de no postularnos para cargos internos en la Dirección Nacional. Además, estábamos convencidos de la importancia de ocupar espacios en la conducción intermedia, más cercanos a las bases. Respaldados por la Iniciativa Carlos Fonseca en Managua, buscamos espacios en la conducción departamental. Todos los caminos internos nos fueron cerrados de manera cuasi-policíaca, hasta relegarnos de todo cargo partidario. Aún así perseveramos sin renunciar nunca a nuestra militancia.

El congreso del 98 cerró con una alocución de Daniel Ortega, en donde dejó sentado de manera unilateral e inconsulta el camino de la transacción y los pactos, camino que se había iniciado con la negociación de la Ley de la Propiedad Reformada, Urbana y Rural (278), en agosto de 1997, poco después de la toma de posesión de Arnoldo Alemán.

Inmediatamente después del Congreso del 98, se allanó el camino para la transacción con el PLC. Pactaron reformas constitucionales y acuerdos prebendarios y su ejecución fue pospuesta porque el Huracán Mitch dejó totalmente en entredicho al gobierno de Alemán. A partir de entonces, fueron evidentes en el seno de la Bancada Sandinista en el parlamento las diferencias entre miembros de nuestra corriente con las políticas y líneas transaccionales del danielismo. El Pacto con Alemán se hizo patente hasta en las intervenciones del Ministerio de Gobernación contra instrumentos de trabajo social de miembros de nuestra corriente, como fundaciones, ONG's, Medios de comunicación, etc.

Pero lo más grave del pacto –a juicio de la Izquierda Democrática– fue el compromiso de la desmovilización de las fuerzas populares. Mediante el pacto, se fueron desmontando todas las luchas y resistencias a las privatizaciones, a las políticas del Fondo Monetario y del Banco Mundial, a los planes de ajuste estructural. La economía de mercado y sus desajustes se desplegaron sin resistencia, lo cual se expresó además en una gran cantidad de negociaciones subterráneas por el tema de la propiedad. Estas permitieron afianzar el emergente grupo económico sandinista del que forman parte también ex dirigentes obreros y campesinos del campo y la ciudad, que usufructuaron parte de las propiedades negociadas en los acuerdos de concertación I y II firmados durante el gobierno de Violeta Barrios, y consolidados en la Administración Alemán. El pacto también permitió que –sin ninguna denuncia y oposición oficial del sandinismo– se desplegara la corrupción más galopante hasta entonces vista, y mediante la cual crecieron los capitales del grupo económico emergente liderado por Alemán.

Pero la Izquierda Democrática también advirtió de las nefastas consecuencias del pacto en el plano político-ideológico. Tempranamente denunciamos que el pacto profundizaba el deslizamiento del FSLN por el camino de la politiquería, del electorerismo, de una lógica de poder basada en reparto de puestos públicos y negocios personales. Advertimos que por esa vía el FSLN se estaba convirtiendo en un partido a la usanza de las "paralelas históricas", aquellas que denunció Carlos Fonseca, aquellas que precisamente apremiaran la construcción de una nueva fuerza representante de los oprimidos y que dio origen entonces al FSLN.

Alrededor del rechazo al pacto, la Izquierda Democrática logró aglutinar a centenares de sandinistas. Las encuestas de opinión demostraron que más del 80% del pueblo estaba contra lo pactado, y que más de la mitad del sandinismo no compartía el camino escogido, pese al despliegue propagandístico que se hizo de que dichas reformas garantizarían la victoria electoral del FSLN en las elecciones del 2001.

Posteriormente, la Izquierda Democrática reiteró nuevamente su oposición al continuismo de Daniel como candidato presidencial, y, en las primarias del 2000, miles de sandinistas expresaron este mismo desacuerdo, en unas elecciones en las que pese al manejo amañado de las mismas los resultados oficiales sumados de Víctor Hugo Tinoco y Alejandro Martínez Cuenca llegaban a más del 40% (se sabe que realmente fueron superiores al 50%).

Los resultados de las Elecciones Generales del 2001 no dieron la razón a los "defensores del pacto" y nuevamente la derecha se alzó con la presidencia de la república. Los hechos recientes son más conocidos: La conducción del Frente Sandinista, ya para entonces con una dirigencia oficial y otra real (la de la sombra, la de los intereses de los grupos económicos, junto con la fuerza evidente asignada a la esposa del secretario general) escogió el camino de "jugar a tres bandas". Pactar con Bolaños y con Alemán, según la conveniencia coyuntural.

Es así que se explica cómo a pesar de las grandes presiones de la base y de la población en general, las posiciones oficiales sobre la corrupción fueron tímidas, ambiguas e irrelevantes. No fue sino hasta que se consiguieron compromisos del gobierno de Bolaños que el danielismo dio sus votos para la desaforación y juicio de Arnoldo Alemán.

El injerencismo norteamericano, su odio visceral contra todo lo que huela a sandinismo y la actitud de lacayo del Presidente, rompieron el precario equilibrio del pacto Ortega-Bolaños, y la vuelta con nuevos bríos del pacto Ortega-Alemán (para entonces ya condenado a 20 años de "prisión", que se cumplen en su lujosa hacienda personal). Hasta su "prisión" residencial llegaron a reunirse innumerables veces Daniel y sus allegados y en la borrachera de su maridaje firmaron acuerdos estratégicos (¡con un reo condenado a 20 años por robo descarado del erario público!) y hasta registraron aquella ignominia en una odiosa fotografía, prueba imborrable de su contubernio.

Estos compromisos van más allá de lo que aflora a luz pública: bajo la perversa lógica de “uno tuyo, otro mío”, se reparten todos los puestos públicos importantes, las sentencias, los fondos públicos, las leyes, los jueces. Todo ese proceso ha profundizado la convicción de que las decisiones de las instituciones del Estado en Nicaragua penden de manera directa de la voluntad de los dos caudillos.

Simultáneamente, muchos de los dirigentes del FSLN han comenzado a militar en sectas del fundamentalismo religioso, creando una objetiva confusión entre la militancia política y la religiosa. Ello ha coincidido, no de manera casual, con el pacto evidente entre la familia Ortega Murillo y el Cardenal Obando, tejida luego de que se hizo claro que la corrupción también echaba raíces en varias instituciones ligadas a la jerarquía católica.

Este otro pacto también ha tenido expresiones en las instituciones públicas. Fue evidente que el PLC demandaba la presidencia del Consejo Supremo Electoral para uno de sus militantes, y fue el danielismo quien dio la presidencia al cuestionado Roberto Rivas, protegido de Obando. Este otro pacto también se ha expresado en la defensa pública del danielismo de la figura de Obando, a través de campañas de radio, televisión, mantas, papeletas, con lemas tales como "Obando: príncipe de la reconciliación, el FSLN te apoya". O en las mantas alusivas a la Virgen María, firmadas todas oficialmente por el FSLN y la mezcolanza con actividades privadas como el matrimonio religioso Ortega–Murillo oficiado por Obando y difundido profusamente por la televisión desde la secretaria de propaganda del Frente Sandinista, como si se tratara de un acto partidario.

Es decir, el FSLN oficial está cada vez más controlado por el círculo familiar Ortega–Murillo y su grupo económico, el cual junto a sus íntimos aliados del poderoso bloque de empresarios, no sólo ha despojado al pueblo de este instrumento de cambio, sino que lo ha deslizado por el camino del conformismo y la resignación –similar al que inducen ciertas corrientes religiosas– por el opio del electorerismo, por la competencia insana de puestos de poder.

Poder Autocrático dentro del FSLN

La autocracia es el poder en manos de una sola persona, es el extremo opuesto de la democracia y es nociva para el desarrollo de cualquier fuerza política o social, mucho más si ésta se reivindica como fuerza de transformación. Desde el Congreso del 98, la conducción del Frente Sandinista ha dejado de ser una dirección política fruto del debate, los análisis y las decisiones conjuntas, y ha involucionado de la conducción colectiva a una auténtica autocracia.

Así como la noción de ciudadanía, la militancia no es pasiva, sino que se ejerce en la práctica y acción cotidiana. No debe ser sumisa, porque la subordinación no es ciega. Tenemos el derecho y el deber de ser críticos, auto-críticos, pensantes, beligerantes y tomar parte activa en las decisiones de nuestro partido. El poder autocrático promueve una militancia pasiva. Una militancia que deposita toda su soberanía al autócrata. Eso no es militancia, eso es ser vasallo. El poder autocrático quiere reducir la militancia al vasallaje. Por eso, desde hace muchos años miles de militantes nos hemos venido rebelando, insubordinando a este estado de cosas en nuestro partido.

En nuestra Nicaragua, junto a la pobreza crece la desesperanza. Pero el sandinista no sólo ha sido despojado de una fuerza de cambio que le representaba, también ha sido sumido en la enajenación. Porque el autócrata no educa, no da herramientas para la construcción de sujetos, capaces de sentirse dueños de su propio destino. Al autócrata no le interesa el debate, la diversidad de pensamiento, la información alternativa y la formación política.

El autócrata necesita para mantener su poder de un contingente compacto de cortesanos del poder. No hay autocracia sin corte y sin cortesanos que garanticen su poder. El autócrata se sostiene en su corte, los cortesanos dependen del poder del autócrata. Es decir, se necesitan mutuamente. El poder autocrático necesita poner de su lado al poder religioso, y lo espiritual se convierte en un instrumento de dominación, y hasta la magia y los astros quiere alinearlos en función del sostenimiento de su poder.

En la corte danielista todo gira alrededor de la cercanía al poder y las luchas por puestos dirigentes y cargos públicos. Periódicamente, sus principales cuadros se trenzan en luchas intestinas para ser incluidos en las listas prebendarias y sistemáticamente muchos cuadros intermedios en el desempleo se doblegan por alcanzar algún espacio que les permita recibir migajas salariales desde las mesas del poder servidas desde el control cortesano de las instituciones.

No obstante, sabemos que al interior de las estructuras actuales del partido existen muchos compañeros revolucionarios que hacen denodados esfuerzos por mantenerse fieles a la herencia de Carlos Fonseca, por la educación política, por mantener la orientación popular del Frente. Son sanos y meritorios esfuerzos, inspirados en los colores de nuestra bandera, en una comprensible preocupación por preservar la unidad del partido y con la esperanza puesta en que Daniel algún día rectificará.

El quehacer de la Izquierda Democrática

Como corriente de opinión, hemos demandado de manera sostenida al danielismo el retorno a los postulados originarios del FSLN. Desde su militancia histórica en nuestra organización, ha demandado rectificación una y otra vez, ha advertido de la capitulación de facto contenidas en todas sus decisiones. La Izquierda lo ha hecho utilizando medios políticos, escribiendo a través de los medios de comunicación, desarrollando actividades con sectores de las bases sandinistas, participando en todos los espacios de resistencia que se han podido abrir, con una agenda legítima en la cual se incluye el rechazo total a las políticas imperialistas y a la guerra contra Irak, nuestra solidaridad militante con el pueblo, la revolución y la dirigencia de la Revolución Cubana, de manera especial con Fidel, nuestro respaldo militante a la lucha del pueblo Palestino y a la Revolución Bolivariana de Venezuela.

Hemos estado participando en los foros de resistencia a los Tratados de Libre Comercio, al Plan Puebla-Panamá, y nos hemos movilizado particularmente contra la ratificación del CAFTA, contra la privatización del agua, y en general por los derechos populares. También hemos estado solidariamente apoyando la lucha de los trabajadores afectados por el Nemagón, y por las justas demandas de los consumidores contra las alzas de las tarifas de los servicios públicos.

La Izquierda Democrática ha apoyado desde los distintos espacios que ocupan sus miembros (en la sociedad civil, en los movimientos sociales alternativos, en la organización de base) los esfuerzos del pueblo para dotarse de algunas respuestas sociales y hemos desarrollado esfuerzos de capacitación a la ciudadanía. Es decir, a la misma vez que el danielismo ha ido des-construyendo al FSLN como fuerza de cambio, nosotros no hemos dejado de luchar a lo interno y desde otros espacios de la sociedad.

La situación económica social de las mayorías

A lo largo de estos años, el neoliberalismo ha logrado desmontar casi todas las transformaciones sociales de la Revolución y ha instalado el capitalismo voraz e inhumano: ha privatizado los servicios públicos, abriendo espacios para el fortalecimiento del control transnacional de nuestra economía, ha cedido el territorio nacional en concesiones mineras y forestales, ha impulsado la privatización del agua con toda suerte de fines, incluyendo grandes represas. Florecen los comercios de capitales extranjeros, gasolineras por todos lados, pero para la gran mayoría del pueblo no ha quedado más recurso que los precarios empleos de las maquilas o emigrar hacia otras tierras o desfallecer en la más absoluta pobreza.

La política económica actual ha favorecido únicamente a un grupo oligárquico. El actual gobierno es absolutamente vendepatria. Todo es para los capitales extranjeros: las mejores tierras, los más jóvenes y los mejores trabajadores, la legislación económica, la energía, las comunicaciones, las minas, las mejores costas, los productos exportables, el agua…

El pactismo se ha preocupado del reparto de puestos desde donde sea y por ello ha entrado en conflicto con el gobierno, pero no cuestiona a fondo sus políticas (fuera de la retórica), porque también ellos participan de esos negocios.

La coyuntura actual y el sandinismo

A principios del presente año, un numeroso grupo de sandinistas iniciaron un proceso político que pretendía la postulación de Herty Lewites como candidato a la presidencia por el FSLN. Correspondía resolver este diferendo en las primarias internas según lo establecen los Estatutos. La respuesta de la dirigencia oficial fue la expulsión de Víctor Hugo Tinoco y el propio Lewites de las filas partidarias, sin que mediara ningún procedimiento estatutario legítimo, la eliminación de las primarias y de nuevo la postulación arbitraria e inconsulta de Daniel Ortega como candidato del Frente. Lanzaron toda suerte de descalificaciones para los compañeros postulantes, entre las más comunes: "agentes del imperialismo", "infiltrados de la derecha", "enemigos de los intereses populares".

Nosotros, como Izquierda Democrática, nos pronunciamos de inmediato reclamando el derecho de la militancia a elecciones primarias, y la apertura de un proceso político de debate que permitiera una escogencia informada y madura. Estábamos conscientes de que la figura de Herty Lewites representa posiciones de centro, que no compartimos con él su discurso sobre diversos temas, pero que compartíamos su preocupación por una renovación en el sandinismo, y sobre todo por una ruptura de la línea "pactista" que se ha venido manteniendo oficialmente.
Rechazamos las descalificaciones porque además eran inconsistentes: Lewites ha sido a lo largo de los años una de las personas de más confianza del propio Daniel, lo fue hasta que "osó" desafiarle en su candidatura presidencial. Este doble discurso, esta doble moral se ha convertido en el modus operandi del danielismo.

Denunciamos entonces que la obcecación de Daniel por la candidatura presidencial, sabiendo que existe un voto duro y amplio (repetidamente probado) contra su postulación, sólo es entendible por la lógica explícitamente declarada de que "es preferible perder con Daniel que ganar con cualquier otro" y que expresa el pragmatismo y los propósitos del grupo de poder que gira alrededor de su figura. Para ellos el status quo no se altera aunque ganen o pierdan las elecciones. Su centro es la defensa de sus intereses. Y visto desde la lógica del pacto, un PLC arnoldista en el gobierno no les significa riesgos, y un PLC arnoldista fuera del gobierno, significaría más de lo mismo.

Hemos declarado una y otra vez que los cambios que requiere Nicaragua exigen de modificaciones en la correlación social de fuerzas. No sólo de ganar elecciones sino de hacerlo basado en un programa atractivo de cambios que cuente con el respaldo popular consciente. Por ello hemos apostado al trabajo popular y a la construcción de movimientos sociales autónomos y beligerantes, a la organización propia de la ciudadanía alrededor de sus intereses y el desarrollo de la conciencia ciudadana.

Nuestra convicción ha sido alimentada de innumerables ejemplos en América Latina. No basta que un partido declarado de izquierda llegue al poder. Debe hacerlo con un programa que signifique rupturas reales con el modelo económico imperante que se basa en el consenso de Washington. No basta la voluntad declarada, se requiere correlación popular construida a base de creación de conciencia crítica, organización popular y movimiento social autónomo, capaz de presionar al mismo gobierno de izquierda por cambios sociales. Por ello, propugnamos por esfuerzos de organización y articulación del sandinismo que vayan más allá de expectativas electorales, y venzan la tendencia de hacer girar los movimientos alrededor de personas, sean estas caudillitos o caudillotes. Por ello hemos trabajado todos estos años, independientemente de los procesos electorales.

No podemos, sin embargo, permanecer al margen de los procesos políticos reales que ocurren actualmente en el país. Si hacemos un análisis frío del estado de opinión que percibimos a través de las encuestas, a través de la participación directa de la población en los medios de comunicación, y a través de nuestros contactos directos con el sandinismo de base, miles de compañeros consideran que no podemos concurrir a unas elecciones presidenciales con una camisa de fuerza puesta sobre el sandinismo, y basado en la lógica de que no importa qué hagan los dirigentes, qué intereses favorezcan, cuan cuestionables sean sus conductas, porque supuesta y eternamente, el sandinista al final “cierra filas" y vota por los candidatos que la cúpula danielista haya impuesto, violentando cualquier procedimiento democrático.

Para nosotros esto ya no es aceptable. A las próximas elecciones nacionales el sandinismo amplio debe tener la posibilidad de otras opciones. Es un derecho democrático elemental. El continuismo de Daniel es una forma de autoritarismo que limita los derechos políticos más elementales, en particular de los sandinistas, y es contradictorio con los anhelos de libertad y democracia por los que hemos luchado toda una vida y por la que entregaron su vida tantos compañeros y compañeras.

Herty Lewites es una figura sandinista y el respaldo y simpatía que está recibiendo del pueblo más allá del sandinismo debe analizarse como una oportunidad para el sandinismo en su conjunto. Si la cúpula danielista pensara realmente en los intereses del pueblo y en la importancia de ganar el gobierno para modificar el modelo imperante, debería haber aprovechado la figura de Lewites como candidato y apostado desde el FSLN a la construcción de una beligerante correlación social, popular y orgánica, que permita sacar el máximo de ventajas sociales, es decir para la gente, desde de un gobierno sandinista.

No es posible que basados en procesos de exclusión, en procesos amañados de utilización de los espacios en el poder electoral, se impidan otras opciones ligadas al sandinismo. Creemos que en esta ocasión, el abanico electoral debe abrirse para dar oportunidad a los electores de elegir realmente entre distintas opciones, sin la polarización que ha favorecido el actual estado de cosas y el pacto que estamos sufriendo los nicaragüenses.

La polarización en la que pretenden sumirnos las dos cúpulas partidarias, es sólo útil para mantenernos sometidos. Fingen contradicciones a muerte, casi todas de palabras, llevan a las bases a la disyuntiva de "cerrar filas" para ser consecuentes con sus banderas históricas, pero en la realidad, luego ellos comen en el mismo plato, en el parlamento, en la Corte Suprema, en el Consejo Supremo Electoral, en la Contraloría, en la Procuraduría de Justicia, en la Procuraduría de Derechos Humanos, en las superintendencias de servicios públicos y sus propias sociedades mercantiles. Todo se lo reparten mientras las bases deben creer el cuento de que "son distintos".

Para nosotros es un legítimo derecho de los militantes del Frente Sandinista apoyar a otros candidatos sandinistas, aún cuando no vayan ahora en la casilla oficial secuestrada por una minoría que controla el aparato del partido. La democracia interna ha sido castrada y restringida hasta límites inaceptables para una gran mayoría excluida de la participación y de la toma de decisiones.

La posición de la Izquierda Democrática

Desde nuestra militancia en el Frente Sandinista, hemos decidido respaldar los esfuerzos que el Movimiento por el Rescate del Sandinismo ha venido realizando en el año 2005 por construir una opción que aglutine a todos los sandinistas que no estamos de acuerdo con las políticas oficiales que impulsa la cúpula danielista, que han llevado al país a un callejón sin salida. De manera particular hemos decidido respaldar el esfuerzo por cohesionar a todos los sandinistas que no estamos de acuerdo en la eterna candidatura presidencial de Daniel Ortega, que nos llevaría sin duda a una nueva derrota electoral del sandinismo.

La Izquierda del FSLN, al expresar su respaldo a este movimiento, está consciente de que el énfasis que se ha puesto hasta ahora es al impulso de una alternativa electoral sandinista. Eso no significa entonces, que nuestra adhesión sea incondicional y a todos los planteamientos y postulados que han enarbolado Herty Lewites y demás compañeros fundadores del movimiento.

Nosotros, como izquierda, reivindicamos el derecho a aglutinar alrededor de puntos comunes, sobre la base del respeto a las diferencias que obviamente tenemos. Consideramos que no es posible la unanimidad absoluta del sandinismo amplio, pero que es urgente construir consensos sobre la base de la tolerancia, tomando en consideración que para Nicaragua, hoy es prioritario actuar para romper la lógica del pacto que sólo ha profundizado la falta de verdaderas alternativas a los graves problemas que vive la nación nicaragüense.

En este sentido, consideramos legítimo –como militantes sandinistas– llamar no sólo a la conformación de un consenso de carácter electoral. Mejor aún es ver este movimiento como una oportunidad de tejer encuentros que posibiliten juntarnos de manera más permanente alrededor de una propuesta integral para la nación, construida desde un sandinismo que aún mantiene viva la convicción de la necesidad de construir una Nicaragua más justa, más equitativa, más humana, más democrática, más honesta.

Es necesario aglutinar al sandinismo que no ha renunciado al sueño de un mundo más solidario, de un sandinismo fiel a los valores y postulados de nuestros héroes y mártires, de un sandinismo fiel a la ética del bien común, de un sandinismo que no busque prebendas ni puestos y cuya función sea la de hacer valer genuinamente los intereses de los excluidos, misión que requiere de mística, de renuncia, de abnegación y trabajo cotidiano con el pueblo, no con afanes caudillescos, sino con el propósito de desarrollar el único sujeto capaz de las más grandes tareas: ese sujeto es el propio pueblo adueñado de su destino, consciente de las causas de su precaria situación, y dotado por tanto de las herramientas para su propia emancipación.

Por ello, al incorporarnos desde nuestra militancia orgánica en el FSLN, y desde nuestra corriente de Izquierda al Movimiento por el Rescate del Sandinismo, lo hacemos con la seguridad que los esfuerzos de unidad del sandinismo amplio que hasta ahora se ha mantenido disperso, permitirán después del proceso del 2006 el despliegue de nuevos esfuerzos desde el gobierno que se conquiste, o desde la oposición, en función de los genuinos intereses populares.

Por la Refundación del sandinismo con banderas transformadoras y democráticas

La única posibilidad de refundar el sandinismo como fuerza transformadora de izquierda es la construcción de un proyecto histórico de emancipación, y el fin del monopolio danielista que ha pretendido adueñarse de la historia de lucha del pueblo, de sus símbolos, de sus efemérides y hasta de sus muertos.

Al integrarnos al movimiento del Rescate al sandinismo lo hacemos desde nuestras banderas, aquellas que siempre hemos defendido, y han inspirado cada rebelión contra el status quo:

– La lucha por la Paz y Por la vida y por la construcción de un mundo justo, humano, pacifico, en donde los conflictos se decidan por las negociaciones y atendiendo de forma equitativa a todas las partes.

– Por la creación de una nueva economía que ponga fin a la exclusión de las grandes mayorías a sus derechos de acceder al progreso, al bienestar, a la educación y una vida más humana.

– Por la igualdad para los ciudadanos y las naciones; contra la discriminación, la marginalidad y el atraso.

– Por la libertad, la independencia nacional y la soberanía contra la opresión y la dictadura.

Además de nuestras banderas tradicionales, asumimos aquellas que miles de hombres y mujeres del planeta han levando con valentía a través de los nuevos movimientos sociales y de las organizaciones civiles:

– Por la honestidad y la transparencia en la gestión pública: la lucha contra la corrupción.

– Por la plena igualdad de derechos entre los sexos, y el diálogo y la democratización de las relaciones familiares; contra la dictadura de los hombres sobre las mujeres y de los padres sobre los hijos.

– Por la tolerancia, la convivencia entre las razas y el respeto a las diferencias; contra la doble moral, la discriminación.

– Por la consecuencia y la sinceridad contra el oportunismo y la mentira.

– Por la defensa de la naturaleza y del medio ambiente; contra la dilapidación de los recursos y el maltrato a las otras especies.

– Por la autonomía regional y municipal, contra el «capitalcentrismo».

De manera especial consideramos que es urgente construir en nuestra Nicaragua una nueva democracia comprometida con la equidad social, que libere a los ciudadanos de la esquizofrenia de la democracia formal y real: una cosa es lo que se dice en las leyes y otra la que se hace; una cosa es la que prometen los partidos y otra lo que realmente hacen; una cosa es la justicia y otra lo que hacen los jueces y tribunales. Es decir una nueva democracia que resuelva la creciente disociación entre derecho y realidad; armonice la doctrina y la práctica de la democracia; erradique la crisis de legalidad e institucionalidad, de representatividad y legitimidad; reinstale en un plano de igualdad a representantes y representados; ponga fin a la odiosa imposición de los delegados de las mayorías electorales sobre las minorías. Una nueva democracia que promueva seguridad y alimente de nuevos valores y esperanzas a la mayoría de los nicaragüenses.

En los esfuerzos por la construcción de ese "otro mundo posible", estamos convencidos que el adversario principal es el imperialismo que se ubica en primer lugar entre los poderosos de la tierra, aquellos que en la realidad dominan el mundo, el gobierno de los Estados Unidos y todos aquellos que respaldan la mundialización e imposición del modelo capitalista, ahora bajo su forma neoliberal. Desde ahí se organizan las medidas de protección de los intereses de las grandes corporaciones, la propagación y defensa de sus intereses comunes, la conquista de nuevos mercados, la recolonización de naciones enteras; relaciones de dominación que luego se imponen a nuestros países por múltiples rutas, siendo la más conocida por nuestra gente la de las "condicionalidades" de los programas del FMI y del BM.

Pero, también sabemos que la subordinación a tal modelo se realiza en cada uno de nuestros países con la complicidad de gobiernos dóciles, subordinados a los grupos económicos que se benefician de estas políticas excluyentes y que, por tanto, es urgente el desarrollo de propuestas alternativas nacionales, que construyan poder popular, correlaciones sociales, y apuesten por contar con gobiernos independientes, soberanos.

Nuestra apuesta, entonces, es a la construcción de un movimiento político verdaderamente alternativo, identificado con el ideario del cambio social, y no una mera alternativa electoral más. Cierto, necesitamos una victoria electoral alternativa, pero seguramente más importante será construir una mayoría social por el cambio, más allá de las elecciones.

Llamamos a toda la militancia sandinista, orgánica e inorgánica, a todos los sectores que comparten el sueño de una Nicaragua distinta, como lo soñó Carlos Fonseca, a sumarse a este esfuerzo del Rescate al sandinismo, que es un esfuerzo amplio, sin camisas de fuerzas, que no pretende unanimidad en todo, pero que es lo suficientemente tolerante para desafiar la dura tarea de construir un consenso de nuestras fuerzas en aras de esa Nicaragua que queremos, en especial para el pueblo excluido.

Managua, Nicaragua, Octubre del 2005.


 

SIGUE...

El movimiento de Herty Lewites tiene un corazón sandinista


La Revista Envío publicó en mayo de 2005 una importante entrevista con Henry Ruiz sobre las distintas razones que han puesto en rebeldía, nuevamente, a los sandinistas, que ahora se expresa en el Movimiento por el Rescate del Sandinismo y en la Alianza «Herty 2006».

A mi juicio, esta entrevista constituye un verdadero manifiesto de la rebeldía y la dignidad que han caracterizado siempre al sandinismo, al mismo tiempo que puede tomarse como un documento de partida para el debate y la toma de postura de todos los nicaragüenses que deseamos una sociedad más justa, democrática y soberana.



El movimiento de Herty Lewites tiene un corazón sandinista
Por Henry Ruiz, Revista Envío del mes de mayo de 2005.

El comandante Henry Ruiz, "Modesto", fue uno de los principales dirigentes de la revolución sandinista. Hoy se encuentra entre quienes impulsan una propuesta alternativa, de ruptura con la política de pactos entre la cúpula actual del FSLN y el "somocismo" de Arnoldo Alemán. Con otros históricos de la revolución, como Víctor Tirado, Luis Carrión, Víctor Hugo Tinoco y Mario Valle, organizaron con miles de militantes sandinistas los actos masivos de Jinotepe (30 de enero) y Masaya (13 de marzo). El apoyo a Herty Lewites, como candidato presidencial del sandinismo en oposición a la nueva postulación de Daniel Ortega, es una de las propuestas que levanta esta corriente crítica. Lo que transcribimos a continuación, es una charla mantenida por "Modesto" con la revista Envío, donde explica los orígenes "del proyecto" o "la idea" iniciada en mayo 2004, y realiza un balance de la política del "danielismo" y sus acuerdos con la derecha nicaraguense. (Redacción Envío)

Hace ya cinco años expliqué, en estas mismas páginas de Envío, por qué me retiré, lo más exactamente, por qué me desactivé del FSLN. Recuerdo algunas de las cosas que dije entonces... Dije que cuando, con algunos otros sandinistas, llegué a la conclusión de que con el triunfo de Arnoldo Alemán llegaba al poder un gobierno somocista, propuse que le hiciéramos una oposición frontal a Alemán. Y comencé a organizar gente para eso. Yo era entonces miembro de la Dirección Nacional del FSLN. Muy pronto, comencé a escuchar el rumor de que el FSLN estaba acordando una Ley de Propiedad con Alemán. En privado, le hablé a Daniel Ortega de ese rumor, que era persistente. Me juró con los pies y con las manos que no había nada de eso.

Y yo le creí. Cuando poco después se hizo público el proyecto de Ley de Propiedad acordado entre Daniel Ortega y Arnoldo Alemán dejé el FSLN. Me resultaba inexplicable que la dirigencia sandinista se hubiera entendido con el gobierno de Alemán en un tema tan crucial. El pacto de ahora y el pacto de 1999 tuvieron su primera concreción en aquella Ley de la Propiedad de 1997, que le dio el tiro de gracia a la reforma agraria, en esa Ley, que ya sabemos fue lo primero que Daniel Ortega le planteó a Alemán nada más llegar al poder. Sus contenidos tienen mucho que ver con el actual enredo de problemas de propiedad que existen hoy en el país.

La Ley de Propiedad fue la gota que rebalsó mi vaso. Me retiré del FSLN por esta política de alianzas en el momento en que comenzaba a expresarse. Era ya una política que comenzaba a afectar el Estado de derecho en Nicaragua y sus efectos previsibles no estaban de acuerdo con la esencia del FSLN. Consideré inútiles mis esfuerzos al interior del partido. Desde el primer momento, me opuse a esa Ley. Y a los acuerdos que contenía. Creo, sin faltar a la modestia, que tenía razón. Decían que eran acuerdos “para defender la revolución”. ¿Cuál revolución? Denuncié entonces que lo que el FSLN estaba haciendo era iniciar una cadena de pactos y que esos pactos iban a perjudicar a la nación. Pasados los juncos y las zarzamoras, como diría el poeta, después de la Ley de Propiedad llegamos al primer pacto, el de 1999. Hace poco, el magistrado liberal y antes diputado, Iván Escobar Fornos, explicaba en una entrevista que cuando Alemán llegó al gobierno, el FSLN tenía a las masas en las calles, tenía un pueblo sandinista que poseía un músculo de organización muy poderoso, capaz de impedirle a Alemán gobernar como Alemán quería gobernar. Y explicaba que inmovilizar ese músculo fue la razón política por la cual los liberales avanzaron en la idea de llegar a un acuerdo político con el FSLN. Yo he escuchado a voceros que están cerca de la cúpula -como le decimos nosotros- del FSLN que es así exactamente: que el pacto de 1999 inmovilizó, paralizó, el movimiento popular. Y yo no concibo un partido revolucionario sin ese músculo, tanto en el poder como fuera del poder.

Hoy vemos cómo nadie acude a las convocatorias que se hacen a los movimientos populares para luchar por causas populares. Y dejan de acudir no porque las masas hayan perdido el interés en sus asuntos, sino porque han perdido la confianza en una fuerza política que les responda y les represente. Todos los movimientos populares reclamando intereses populares que se dieron en tiempo de Alemán terminaron siempre en una negociación entre el gobierno de Alemán y el FSLN cuyos resultados eran contrarios a los intereses por los que la gente luchaba. Eso, repetido una y otra vez, fue construyendo un escenario político desmovilizador, de continuos arreglos y pactos, que se expresan hoy fundamentalmente en las resoluciones de la administración de justicia. Hoy, todos los tribunales de justicia en Nicaragua están administrados o por un liberal o por un sandinista. Mejor: o por un liberal o por un danielista, para que no confundamos el sebo con la manteca. Y esto ha convertido a la justicia en una mercancía. En una mercancía que la compra el que más plata tiene. Hoy hay muchos abogados en el país que si no están con Alemán o con Ortega no resuelven nada y están perdiendo clientela.

No importa que sean los más calificados de todo el país. Nadie los busca. Porque en los “casos grandes”, lo que hay que hacer es ir a las oficinas de Lenín Cerna a preguntarle “cuánto vale” ese caso. Y si el abogado y su cliente pagan lo que vale, saben que el procedimiento en los tribunales será expedito y que la sentencia será favorable. Si no, no hay nada. Todo mundo en Nicaragua sabe esto.

Los avances en la transformación del Estado iniciados en tiempos de doña Violeta eran necesarios. Durante el gobierno sandinista, teníamos un Estado que priorizaba la guerra que teníamos que enfrentar. Entre el Ejército y el Ministerio del Interior teníamos más de cien mil hombres y mujeres, que eran empleados públicos y que estaban sostenidos prácticamente por la cooperación internacional y no por lo que generaba la economía nacional.

En el aparato estatal había que reformar esto y muchas otras cosas. Lo que después de doña Violeta hizo Alemán fue transformar el Estado, pero no para administrar mejor la cosa pública, sino para administrar sus propios intereses.

Después, con el pacto, para administrar los intereses de estos dos grupos. Y para asegurar esto aumentaron los altos cargos: los nueve magistrados de la Corte Suprema de Justicia se convirtieron en dieciséis. Antes eran nueve camionetotas y nueve altos salarios, ahora serían dieciséis camionetotas y dieciséis altos salarios. Igual en la Contraloría: antes un Contralor y su vice, ahora cinco contralores... Igual en el Consejo Supremo Electoral. Todos los Poderes del Estado y todas las instituciones se transformaron en esferas de influencia de los dos grupos, donde hoy se hace únicamente lo que les ordena el “jefe”. Todas las instituciones se han convertido en una especie de quijada trituradora donde quienes adversan a estos dos “jefes” son aplastados.

Personalmente, tengo la idea de que si dos personas que son capitalistas se roban entre ellos, eso es asunto de ellos y ahí están los tribunales para dirimir quién le robó a quién. Pero lo que no acepto es que el dinero del Estado de Nicaragua, originado en el pago de impuestos del pueblo de Nicaragua, se lo robe nadie. Eso sí no lo admito, eso es un robo a la colectividad. Y lo que están haciendo estos dos tiranos en Nicaragua no es ya sólo repartirse los cargos, sino robarse el dinero del pueblo a través de las sentencias de los tribunales que ellos controlan. Un caso clamoroso es, por ejemplo, el de AGROINSA, donde le han quitado recursos a la institución pública de seguros y han acreditado unos ocho millones de dólares más a la enorme deuda interna que ya tenemos, millones que serán repartidos finalmente entre ellos mismos. Este tipo de delincuencia es el que existe hoy en Nicaragua, derivado de esta tiranía, en la que participa el FSLN, cuya cúpula se llena la boca hablando a favor de los pobres a la par que le está robando a los pobres.

Después del primer pacto y hasta hoy, esta situación ha ido agudizándose. ¿Qué hacer? En Carazo, en mayo de 2004, un grupo de amigos, no políticos sino ciudadanos preocupados, me llamaron para decirme que había que buscar qué hacer. En aquel momento ese “qué hacer” era para ellos lo que yo les dijera que había que hacer. Pero, por principio, yo rechazo esto. Hablamos.

Les pregunté si pretendían un proyecto político o si sólo querían participar en las elecciones municipales que se iban a celebrar en el mes de noviembre. Me dijeron que querían un proyecto político. Les dije que para lograrlo lo primero era tener una plataforma de ideas comunes. Les dije también que, aunque “para eso, yo ya estoy viejo”, coincidía con ellos en que algo había que hacer ante una situación política tan peligrosa.

Yo andaba con las mismas inquietudes en mi cabeza. Mi tesis en aquel momento era que en el país había dictadura en ciernes, una tiranía en ciernes, sostenida por dos columnas a las que se amarraban las ataduras que nos atrapaban a todos los ciudadanos. Esas dos columnas eran Daniel Ortega y la cúpula del Frente Sandinista y Arnoldo Alemán, que aún estando en El Chile tenía todo el poder en el PLC. Ambos han secuestrado la soberanía popular. ¿No los hemos escuchado una y otra vez decir que por haber ganado sus listas de diputados el 90% de los votos representan ellos el 90% de la voluntad popular y eso significa hacer lo que ellos quieran con la Constitución y con las leyes? ¿Y no hemos escuchado a Daniel Ortega hablar contra las organizaciones de la sociedad civil cuando se expresan reclamando algo y las descalifica diciéndoles: “¿y quién los eligió a ustedes?”

Ésas eran mis inquietudes. Cuando nos volvimos a reunir por tercera vez, les dije a mis amigos mi idea: “Vean, para hacer política se necesitan herramientas, no sólo sirven las ideas. Se necesitan vehículos comunicadores. Y en el caso de Nicaragua, necesitamos alcanzar el poder para desde el poder transformar la cosa pública. El gobierno de Bolaños se ha caracterizado por ser inoperante y la incapacidad pública está a la vista. Pero en medio de este universo de incapacidades, yo veo a alguien que está haciendo las cosas bien, que ha ido acumulando nombre, y que además es sandinista”. Y les hablé de Herty Lewites. Todos aceptaron que la gente hablaba bien de Herty. Hablaban bien de él no sólo en Carazo, su tierra, sino en Managua, en Matagalpa, hablaban bien de él los campesinos del Norte y la gente de la Costa.

A todos “les caía bien”. “Este Herty -les dije- tiene que tener alguna razón para caerle bien a la gente”. Tratamos de ahondar en por qué Herty estaba siendo un polo de atracción popular, que además pegaba con las capas medias y a quien la empresa privada grande no le tenía miedo. Pensamos entonces que había que aprovechar esta oportunidad para hacer algo. Y decidimos que debíamos hacerlo pronto.

Con el concepto de “soberanía popular” que hoy maneja el grupo danielista del FSLN y el grupo de Alemán en el PLC estamos viendo a diario expresiones tiránicas de nuevo tipo. Entre ellos dos han agarrado las leyes y han organizado sus ejércitos, sus soldados-diputados para que las ejecuten. Y así han acabado con el Estado de derecho. Después de todo lo que han hecho con Herty a partir de enero, ya estoy convencido de que mi idea de una dictadura en ciernes, de una tiranía en ciernes, se queda corta.

No se trata de una tiranía en ciernes. Es una tiranía real, que se ejerce fundamentalmente en los tribunales de justicia. Cualquiera que llegue a los tribunales y que los adverse a ellos dos, ahí termina. Por eso hemos de esperar que el próximo paso será despojar a Herty Lewites, desde los tribunales, de sus derechos políticos. Lo mismo que hicieron conmigo, que por dos sentencias judiciales que pesan sobre mí, emanadas de esos tribunales que controla el danielismo, no puedo participar en actividades públicas, no puedo ser candidato de nada, no puedo ni votar ni ser votado.

Después que me sentenciaron por segunda vez, junto a los compañeros de la FACS, un compañero del FSLN me dijo: “Es para asustarte por andar moviendo la candidatura de un personaje”. Yo le respondí que “el personaje” era Herty Lewites y que no me asustaban porque a mis años ya el miedo me había desaparecido. Puede ser que porque las glándulas suprarrenales ya no me generan suficiente adrenalina, pero el caso es que no me asustan. Y creo que lo que estoy haciendo es correcto.

Después de dar estos primeros pasos con mis amigos fue cuando ya comencé a decirle a Herty Lewites que por qué no se aventaba como pre-candidato del FSLN para Presidente de la República. Herty tenía ya esa idea. Al principio, era en él una idea folklórica. Yo se la planteaba en serio.

Al principio, él no me decía nada. Le gustaba la idea, pero no me decía que sí. Esperando su respuesta, yo seguí trabajando. Comenzamos a recorrer lugares buscando a sandinistas descontentos, compañeros y compañeras, por allá y por acá. Y así fuimos pegando gentes y pegando ideas. No encontrábamos mayores fisuras entre nosotros. En octubre, ya Herty me dijo que aceptaba. Entonces le dije: “Si aceptás, no lo digás públicamente hasta no salir de la administración de la alcaldía”. Porque si lo decía, le iban a levantar huelgas, conatos de huelgas, denuncias, reclamos... Íbamos a enfrentarnos al sacrosanto derecho de Daniel Ortega a ser él el único candidato del FSLN. “Me voy a hacer el chancho”, me dijo Herty. “No, hombre, mejor hagámonos el zorro cola pelada. Vamos a simular que no sabemos nada. Si a vos te preguntan y te garrotean, no digás nada”. Y así lo hicimos.

Seguimos avanzando. Cuando le preguntamos a Herty cómo se iba a presentar, su idea era reunir en Jinotepe a unos 250 compañeros y compañeras del FSLN y que ellos le propusieran su pre-candidatura. Lo de Jinotepe era simbólico: es su pueblo, el alcalde volvía a su tierra triunfante, con los logros de la alcaldía. Yo, que era el que estaba instigando todo esto, me preguntaba cómo reunir a esos 250 militantes. Porque hasta entonces con los que nos reuníamos eran sandinistas dispersos, que ya no militaban, que no estaban metidos en política, que estaban satanizados por la cúpula... A finales de octubre, se incorporó a nuestro trabajo un conservador amigo de Herty y amigo mío.

Le pareció que si se reunían sólo sandinistas y sólo 250 personas aquello iba a sentirse muy débil. Sugirió sumar a no sandinistas y a más gente. Y planteó una movilización con 5 mil personas, como un movimiento popular que lanzara la pre-candidatura de Herty. En el camino, la idea fue agarrando fuerza y nos planteamos reunir a 10 mil personas. Y eso fue Jinotepe en enero 2005. Así comenzó este juego.

El deseo que hemos encontrado en la gente, en toda la gente con la que hemos hablado, es el deseo de un cambio. Hemos encontrado un reclamo y una esperanza. Reclamamos el derecho de escoger, desde las bases sandinistas, al candidato presidencial del FSLN. Y tenemos una esperanza: esperamos ganar. Queremos ganar las próximas elecciones.

En la historia de Nicaragua, la historia del Partido Conservador demuestra que una fuerza política con gran presencia en el país puede extinguirse totalmente si sus políticas equivocadas la van retirando del ejercicio real del poder. Las glorias con las que los conservadores siguen aún caminando son las de hace más de un siglo, las del período de los Treinta Años. Es un partido en extinción. Eso le puede pasar al FSLN. El Frente Sandinista tiene 15 años fuera del ejercicio del poder y con la candidatura de Daniel Ortega en las elecciones de 2006 cumpliría 21 años. Daniel Ortega ha demostrado ser, después de Arnoldo Alemán, el político más rechazado en Nicaragua. Jinotepe el 30 de enero se explica principalmente por la aspiración que tienen los sandinistas de alcanzar el poder y por el rechazo que genera Daniel Ortega como candidato. La suma de estos dos elementos alimenta esta expresión popular. Masaya el 13 de marzo fue ya un paso más, un paso adelante: una calidad política que intuíamos, pero que no pensábamos aparecería tan pronto.

Lo que está en juego hoy en Nicaragua es si habrá suficiente fuerza democrática en el país que se oponga a la tiranía en marcha y logre detenerla. Nuestra lucha es por democratizar el país. En este “proyecto” -llamémosle así a esta “idea”- iniciado en mayo 2004, estamos integrados en el equipo central y en torno a Herty, Víctor Tirado, Luis Carrión, Víctor Hugo Tinoco, Mario Valle y yo. Estamos organizados en una estructura todavía muy nueva y muy frágil, aunque prácticamente presente ya en todo el país.

Un gran vacío es que aún no tenemos programa. En eso no nos diferenciamos mucho de los liberales ¡ni tampoco del Frente! Lo que el FSLN tiene es sólo una plataforma electoral que asoma en cada nueva elección, pero el FSLN no tiene programa. El FSLN sólo tiene estatutos que establecen normas para el militante. Vamos a construir un programa. Queremos hacer algo así como un “decálogo”. Queremos sintetizar diez grandes ideas que sean realizables, que permitan construir un buen gobierno y que tengan en cuenta los límites que nos impone el mundo de hoy y que no podemos desconocer. Queremos dar con diez ideas que nos permitan hacer un gobierno efectivo. Que la población diga: no se han resuelto todas las cosas, pero ya nos dijeron que no se iban a resolver y no nos han engañado. Queremos que sea un buen gobierno, y que por serlo, tenga el crédito para ser reelegido en el año 2012.

No que sean reelectas las personas que lo compongan, sino reelecta la plataforma de gobierno. Si logramos cinco años de buen gobierno podemos lograr diez años. Y creemos que en diez años sí podremos haber construido un arco temporal en el que ya se puedan ver algunas de las transformaciones que andamos buscando.

Es urgente tener un programa. Para elaborarlo, estamos pidiendo la colaboración de intelectuales y profesionales nicaragüenses, conocedores de la realidad nacional y bien posicionados ideológicamente, que además de escribir bien tienen la capacidad de sintetizar. Porque no tenemos mucho tiempo y porque somos pocos. Les hemos dado el perfil de nuestras ideas para poder trabajar ese “decálogo”, que nos servirá no para imponerlo sino para llevar la discusión a la base de la sociedad. Queremos establecer un nuevo estilo de hacer política en Nicaragua. Creo que Herty se pinta para eso, porque a él le gusta andar abajo, él vuela siempre para abajo. Y creo que hacer lo que ha hecho, tirarse como se ha tirado y tener el éxito que ha tenido, demuestra que es así.

Ésas son suertes para cuadros políticos más que para cuadros administrativos, como él ha sido siempre. Pero él lo ha logrado.

Yo siempre le digo a Herty: “No perdás el estándar de tu presentación, no te hagás radical de izquierda, ¡que aquí los radicales de izquierda somos nosotros! Siendo como sos, te quieren todos”. Porque, por más ideología de izquierdas que tengamos en la cabeza, por más revolucionarios que seamos, no están los tiempos para todas las transformaciones profundas que pensamos y que necesitamos. Aquí lo que tenemos que tener es una predisposición doctrinaria e ideológica para favorecer a las grandes mayorías, pero sabiendo hacerlo para no tener que pagar costos innecesarios.

Naturalmente, descartamos la idea de que para acabar con esta dictadura haya que regresar a la violencia. Me he reunido con jóvenes en las universidades que me han planteado que “esto sólo se resuelve con tiros”. Yo les he dado cincuenta razones para que entiendan que no.

El desertor de la EEBI somocista, José Antonio Robleto, al que me he encontrado en varias oportunidades en este esfuerzo (así se me presentó: “Yo anduve detrás de usted en la montaña”, y yo le dije: “¡Menos mal, mi hermano que no nos encontramos!”), me comentó que, por la intolerancia política que ejercen Ortega y Alemán, se estaban creando las condiciones para la lucha armada. He concordado con su opinión sobre la intolerancia, pero le he dicho que creo que hoy hay condiciones suficientes y fuerzas suficientes para romper esa intolerancia sin violencia armada.

No podemos permitir que la intolerancia que aquejó como enfermedad terminal al somocismo afecte a esta democracia naciente, cuando existen hoy en la población de Nicaragua condiciones para preservarla, para mejorarla y para hacerla avanzar. No podemos permitir siquiera el surgimiento de la idea de que debe volver la lucha armada. Nuestro proyecto busca la democratización nacional, pero la vamos a buscar en paz. No queremos confrontación. Y no porque tengamos miedo, sino porque los saldos históricos de la violencia siempre han estado en contra del pueblo y los que han perdido siempre son los pobres.

El pacto está anclado en la Constitución. Para sacar al pacto de ahí es necesario corregir las leyes reformadas por el pacto, las instituciones transformadas por el pacto. La única forma de que esta tiranía no siga actuando es romper la correlación de fuerzas que han organizado en la Asamblea Nacional. Ése es un paso estratégico. A lo menos a lo que aspiramos es a una proporción importante de diputados en la Asamblea Nacional para impedir que el pactismo continúe expresándose.

¿Nos dejarán pasar? Por lo que estamos viendo, por lo que hemos visto, podemos afirmar que no nos van a dejar pasar. A quienes estamos con Herty nos llaman “los ex” y nos acusan. A mí me acusan de haber dejado solo a Daniel. A Luis Carrión, de haberse ido a estudiar a Harvard, lo que califican como un crimen abominable. De Víctor Tirado no dicen mucho, consideran que ha estado mosqueando por los gremios... No han dicho nada de Mario Valle, que conoce perfectamente las estructuras del FSLN en Managua y que se ha traído a mucha gente. Hemos encontrado en todo el país que esas estructuras no son, como se dice, super-duras, super-rígidas, intocables e impenetrables. Todas son penetrables y algunas se desprenden. Infiltración por parte de ellos va a haber.

Nosotros no hacemos nada que no sea transparente, todo lo que hacemos lo decimos abiertamente. Porque si hay alguien infiltrado y tomando nota para ir a informarles, queremos que tome las notas correctamente y sin hacer interpretaciones. No estamos haciendo nada oculto, nada clandestino.

A Herty lo expulsaron del FSLN aplicándole “baja deshonrosa”, un código castrense que aplicábamos en la guerrilla, la peor baja que puede tener un soldado en un ejército y que es penada con las máximas penas. Primero dijeron que Herty era un Judas y después le dieron de baja deshonrosa. Un mensaje claro: te vamos a liquidar. Yo lo advertí públicamente, pero no por miedo sino para que la gente sepa qué armas utilizan y para que vean cuál es la “democracia” de ellos. Porque si no nos toleran a nosotros, ¿a quién van a tolerar?

Después de la inhibición y la expulsión por baja deshonrosa, lo que va a venir es el juicio en los tribunales y el apresamiento, basándose en la acusación que por responsabilidad administrativa la Contraloría va a impulsar. Nosotros vamos a ir hasta el final. Una clave será la desobediencia civil. Y si nos echan presos, convertiremos esa prisión en una bandera de lucha nacional. El miedo no nos va a detener. Ése es el gran reto que tendrá que enfrentar, en primer lugar, la militancia sandinista. La no militancia sandinista, toda esa gente que está en la frontera entre lo nuevo y lo viejo, y que está buscando referencias nacionales, también tendrá que enfrentar este desafío.

Es un objetivo central de nuestro movimiento poder participar en las elecciones. Por eso, si no nos dan paso, y si, como esperamos, el Consejo Supremo Electoral -que está organizado para interpretar la Ley Electoral a favor de los intereses de Alemán y del danielismo- decide ilegalizar a los partidos con casilla en la boleta electoral que pudieran acogernos, esperamos que para entonces el movimiento popular esté más organizado y más nervioso. Y se rebele.

También está apareciendo en este nuevo escenario la embajada de Estados Unidos con sus maniobras. Cada vez más los escuchamos decir que están preocupados por una posible victoria electoral de Daniel Ortega, cuando saben, como sabemos, que Daniel Ortega no tiene la menor posibilidad de una victoria electoral. Esto quiere decir que han comenzado a darle una lectura correcta a nuestro movimiento: aunque éste fuera un “sandinismo light”, no lo van admitir, sólo por el hecho de ser sandinismo. Creo que ellos prefieren cualquier fórmula que no brinde respuestas a los problemas del país con tal de evitar que el sandinismo regrese al poder. Y han comenzado con el uyuyuy por Daniel Ortega. Han comenzado las maniobras americanas, las maniobras de la gran derecha, porque este movimiento no es un juego de la derecha, este movimiento tiene un corazón de izquierda, un corazón rojo y negro.

¿Por qué tenemos tanto respaldo del diario “La Prensa”, del Canal 2, de tantos medios? Porque son empresas que se ven amenazadas. Han crecido mucho en estos años porque están vendiendo lo que antes se conservaban como “secretos de Estado”.

Si desaparecía un cohete Sam-7, ¿quién lo sabía? Si se vendía una propiedad no correctamente adquirida, ¿quién lo sabía? Ahora todo se sabe: quién roba, quién mata, quién hace lo que sea... Estas empresas han crecido al calor de la libertad de expresión. Ellos temen ser restringidos, se ven amenazados, ven amenazado su negocio. Y los ciudadanos tienen derecho, y por eso pagan impuestos, a conocer todo lo que sucede. En nosotros, los medios ven a gente respetuosa de la libertad de expresión. Yo soy de la idea que si un político no quiere que los medios hablen mal de él, debe evitar hacer lo que es incorrecto. ¿No quiere verse exhibido en los medios? Pues pórtese bien. ¿No quiere que le digan ladrón? Pues no robe. Las primeras normas de conducta de quien quiere ser “héroe” es hacer coincidir su vida con los principios. Lo que no es permisible es que robe o haga cualquier cosa y después espere buena imagen en los medios. ¿Se imaginó alguien alguna vez ver a Tomás Borge calificado por los medios como ha sido calificado? Ni yo, que fui su amigo cercano.

Un gobierno de Herty Lewites sería un gobierno de todos, un gobierno nacional. No sería un gobierno del FSLN. Tendría su esencia en el sandinismo, pero no sería el gobierno del FSLN. Porque el voto del FSLN no es suficiente para ganar, y porque aunque fuera suficiente, hay que responderle desde el gobierno a todos los ciudadanos del país, porque todos pagan impuestos, aun los más pobres. Hasta los limosneros y los niños de la calle pagan impuestos en Nicaragua por la regresiva estructura impositiva que hoy tenemos. Y una de nuestras propuestas será precisamente cambiar esa estructura para que los que más tienen paguen más, y no como ahora, que pagan menos. Creemos que es una transformación que podemos llevar a cabo, y que vamos a llevar a cabo. Pero si todos pagan impuestos, todos tienen el mismo derecho a ser gobernados con justicia, con equidad y con moderación política.

Lo que ha perdido el danielismo es la ética. Y como reacción, todos los sandinistas han quedado afectados. Tenemos que empezar a diferenciar lo que fueron leyes justas para beneficiar a los más pobres de lo que han sido robos, engaños, estafas... Tenemos que aceptar que, lamentablemente, la riqueza personal y el modo de vida se han convertido en la esencia del hacer político de la gente de la cúpula del FSLN. Si buscamos una explicación razonable, desde el punto de vista de la ética, de la alianza del FSLN con un ladrón como Arnoldo Alemán, ¿la encontraríamos? Esa alianza falta a todo lo que ha sido referencia ética

y moral en la formación revolucionaria sandinista. Considerar que Alemán es la principal fuerza aliada, y más todavía, que sin Alemán no se puede mover la política nacional, resolver los asuntos nacionales en la casa-prisión de Alemán, es algo demasiado grosero. Y ese descaro es contaminante. Al momento de la derrota electoral, se dijo que el FSLN se reservaría propiedades, de las que expropiamos con un sentido social, para organizar empresas del partido.

Yo estuve de acuerdo con esa medida. Pero esas empresas no son del partido, son personales. Son empresas personales que pagan un tributo al partido. Eso va contra la ética por la que luchamos. No es eso lo que nos enseñaron, no es eso por lo que tantos dieron la vida. Y esa falta de ética se ha derramado como un mal ejemplo a todo el sandinismo y a toda la sociedad.

Proponemos una ética pública. Proponemos manejar con transparencia absoluta el presupuesto nacional y llevar a los tribunales a quien se robe un centavo del presupuesto. Y eso lo podemos hacer, lo podemos lograr. La apropiación privada que más lesiona la conciencia y la ética es la que se hace de los bienes públicos. Los grandes empresarios privados estarán más dispuestos a pagar más impuestos -como deben empezar a hacerlo- si saben que lo que pagan, que es un bien público, no pasa a los bolsillos privados de los políticos. Todo mundo quiere, también ellos, que lo que paga en impuestos se vea en obras públicas.

Yo veo a Herty haciendo un gobierno eficiente y transparente, sobrio y honrado. Y creo que eso él lo puede lograr. Existen las condiciones para impulsar una corriente ética en el ejercicio de la cosa pública. Y lo vamos a hacer. El FSLN regido por la cúpula danielista no puede tener un programa con ética porque de tenerlo se afectarían los intereses de sus dirigentes.

Proponemos un gobierno nacional. Esto implica alianzas con los sectores y los profesionales del país que estén dispuestos al servicio público. Queremos descartar esa maña de los funcionarios del gobierno de doña Violeta o del gobierno de Alemán o del gobierno de Bolaños que se la pasan diciendo que tienen super-salarios en el gobierno porque en la empresa privada les pagarían más. ¿Cuál empresa privada les pagaría lo que hoy ganan? Queremos que quien entre al gobierno sea para servir a la población, no para ganar un gran salario. Hemos venido hablando ya con alguna gente que nos asegura que esto es posible.

Preguntan por la salud de Herty Lewites. Está muy bien, este proyecto le ha dado un gran vigor. Preguntan también si tendrá el coraje de llegar al final. Lo va a tener. Lo ha demostrado. Doy crédito también que es un hombre tolerante. No esperen de él grandes elucubraciones filosóficas, pero sepan que es capaz de enfrentar los grandes problemas sociales de este país con respuestas factibles. Es una de las características que más aprecio en él.

Para este movimiento buscamos gente emblemática por su honradez, para que la gente copie que esto se trata también de un movimiento de refundación del sandinismo. Si me preguntaran sobre la meta final de este movimiento, diría que estamos encontrando -aún no buscándola- la posibilidad de una refundación del sandinismo. Del sandinismo de Sandino, del de Carlos Fonseca, del sandinismo de tanta gente que cree en la soberanía nacional y en la justicia social. Eso es lo que estamos encontrando como meta final.


 

SIGUE...